Que me perdonen las buenas
monjas y, sobre todo, el Señor, por este título malévolo, extraído literalmente
de una entrada en el blog de Wanderer, que me pareció tristemente
desternillante. Sería más preciso decir “algunas” monjas, para ser justos, pues
ha habido siempre y hay mucha santidad en muchas mujeres consagradas a Dios. Es
más, podríamos decir, en lugar de “algunas”, monjas “modernistas”, ésas que
todos conocemos y que parecen ancladas en los años 70 del siglo XX. Como las de
la foto que ilustra este texto, por ejemplo, en una imagen tan caduca que estas
performances ya se veían desfasadas
cuando tomé la primera comunión allá en los años 90 en una Misa amenizada por guitarras y fieles rezando
el Padrenuestro cogidos de la mano. Lo dice de manera inmejorable Natalia
Sanmartín Fenollera en “El despertar de la Señorita Prim”: “la tradición no
tiene edad. Es la modernidad lo que envejece”. Y envejece mal, pero ahí siguen
las monjas modernistas, confundidas ellas y confundiendo al pueblo de Dios que
se les acerca. Y conocer algunas de estas comunidades la deja a una realmente
perpleja.
jueves, 11 de enero de 2024
martes, 9 de enero de 2024
¿Señor, a quién iremos? Sólo tú tienes palabras de vida eterna
Nosotros creemos y
sabemos que tú eres el Santo de Dios.
(Jn 6, 68-69)
Me pareció importante comenzar esta especie de columna de opinión trazando una presentación de mi trayectoria como católica, que es lo que he pretendido en las tres entregas anteriores, porque estoy muy de acuerdo con lo que nos decía siempre un profesor universitario: que, ante la pretendida “neutralidad” u “objetividad” desde la que con la mejor voluntad estuviéramos dispuestos a abordar cualquier asunto, siempre estamos condicionados; así que lo más honesto es comenzar apuntando desde dónde uno habla.
miércoles, 3 de enero de 2024
... a ser una católica (ex) perpleja
En esta situación de perplejidad en la que me hallé durante años, me situaba frente a los errores que propagan muchos pastores en la postura de “reconocer y resistir” que explica Taylor Marshall en su obra Infiltración: afirma Marshall que “reconocer y resistir es la única postura que se ajusta a la Escritura, la Tradición y responde a nuestra crisis contemporánea (…). Tenemos un papa válido y unos cardenales legítimos, pero hemos recibido el manto de san Atanasio y santa Catalina de Siena para invitar, respetuosa y reverentemente, a algunos padres espirituales a que vuelvan a Cristo y la pureza de la fe apostólica”.
martes, 2 de enero de 2024
De cómo pasé de ser una católica muy perpleja...
Voy a explicarles, por si a alguien le interesa, cómo llegué al estado de perplejidad católica en que me encontraba hasta hace unos meses y cómo, tiempo después, dejé de estar perpleja.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)